16/06/2025
La naturaleza es el alma del Daymond Blue Tropical Lodge. Este hotel ha sido concebido como un santuario dentro de uno de los entornos más ricos y vírgenes de la República Dominicana: la provincia de Barahona. Rodeado de una vegetación tropical abundante, el lodge está inmerso en un ecosistema donde conviven árboles centenarios, flores exóticas, aves cantoras y el murmullo constante del viento entre las hojas. Aquí, la naturaleza no es solo un fondo decorativo, sino parte activa de la experiencia: desde los senderos que cruzan jardines floridos hasta las terrazas con vistas al bosque o al mar. El diseño arquitectónico del hotel respeta el entorno natural, utilizando materiales locales y estructuras abiertas que permiten la integración con el paisaje. Cada rincón del hotel invita al huésped a reconectar con lo esencial: la tierra, el aire puro, el silencio, y la belleza de lo simple. En Daymond Blue, la naturaleza no se visita, se vive.
El Jardín de Daymond Blue Tropical Lodge Rodeado por la exuberancia natural de Barahona, el jardín de Daymond Blue Tropical Lodge es un refugio de serenidad tropical. Palmeras altas, plantas exóticas y flores vibrantes enmarcan senderos de piedra que invitan a paseos tranquilos entre el canto de las aves y la suave brisa marina. Cada rincón ha sido diseñado para ofrecer una experiencia sensorial única: áreas sombreadas para leer o meditar, bancos de madera bajo bugambilias florecidas, y espacios abiertos ideales para eventos privados o cenas al aire libre bajo las estrellas. En nuestro jardín, la naturaleza no solo se contempla, se vive.
La naturaleza es el alma del Daymond Blue Tropical Lodge. Este hotel ha sido concebido como un santuario dentro de uno de los entornos más ricos y vírgenes de la República Dominicana: la provincia de Barahona. Rodeado de una vegetación tropical abundante, el lodge está inmerso en un ecosistema donde conviven árboles centenarios, flores exóticas, aves cantoras y el murmullo constante del viento entre las hojas. Aquí, la naturaleza no es solo un fondo decorativo, sino parte activa de la experiencia: desde los senderos que cruzan jardines floridos hasta las terrazas con vistas al bosque o al mar. El diseño arquitectónico del hotel respeta el entorno natural, utilizando materiales locales y estructuras abiertas que permiten la integración con el paisaje. Cada rincón del hotel invita al huésped a reconectar con lo esencial: la tierra, el aire puro, el silencio, y la belleza de lo simple. En Daymond Blue, la naturaleza no se visita, se vive.